5 Reglas Básicas Pero Esenciales De Finanzas Personales

1. Ahorra un dólar más

Probablemente has escuchado o leído en alguna parte que debes ahorrar entre el 10% y 20% de tus ingresos. Aunque ahorrar este 20% es un porcentaje al cual todos deberíamos aspirar, (y probablemente uno necesario si planeas asegurar tu jubilación), no todos los ingresos y situaciones son iguales. Para algunas personas ahorrar el 20% de sus ingresos simplemente no es posible en este momento.

Sea un 20, 10, 5 o incluso un uno por ciento, deberías comenzar a ahorrar parte de tus ingresos ahora mismo. Ahorrar pequeñas cantidades de dinero puede parecer inútil, pero la idea detrás de esto es generar el hábito de ahorrar dinero. Una vez que desarrolles el hábito de ahorrar, puedes revisar tu presupuesto personal y averiguar cómo aumentar el porcentaje de dinero que estás ahorrando. Este aumento en el porcentaje de dinero que puedes ahorrar puede provenir de: recortar algunos gastos o de encontrar nuevas formas de generar más ingresos. El ahorro es uno de esos conceptos en los que realmente cada contribución, por más pequeña que sea ayuda bastante. 

2. Gasta menos de lo que ganas

Sí, ya sé, este es un concepto muy lógico y sencillo, pero no siempre es fácil de aplicar. Seamos realistas, la vida es CARA. Comida, vivienda, servicios públicos, Internet, teléfono, automóvil, ahorros, etc. son solo algunas de las cosas que necesitamos o en las que solemos gastar nuestro dinero.

A medida que avanzas en la vida (con suerte) tus ingresos comienzan a aumentar. Debes estar atento a lo que en inglés se conoce como lifestyle inflation o la inflación del estilo de vida. Investopedia.com define la inflación del estilo de vida como “un aumento en los gastos cuando aumentan los ingresos de una persona”.

Una cosa que puede ayudarte a evitar la inflación del estilo de vida es mantener siempre un registro de tus finanzas con un presupuesto personal.

Otra cosa que debes tener en cuenta al intentar evitar gastar más de lo que ganamos y/o la inflación de estilo de vida, es dejar de compararte con los demás. Todos somos culpables de hacer esto hasta cierto punto y, en algunos casos, compararnos con los demás puede servirnos de motivación para trabajar más duro para lograr algo. Sin embargo, esta comparación también puede llevarnos a tomar malas decisiones financieras.

Cuando se trata de estilo de vida, y especialmente de cosas materiales, no te compares con los demás. No compres el iPhone más nuevo o el automóvil más caro solo porque tus amigos y familiares lo han hecho. Compárate siempre con quien eras ayer y no con los demás (saludos al Dr. Jordan B Peterson).

3. No gastes dinero que no tienes

Esta regla va de la mano con la regla anterior, ya que ambas están fuertemente ligadas a nuestros hábitos de gastar. Gastar dinero que no tenemos generalmente ocurre en forma de una tarjeta de crédito o préstamo. Los estudios demuestran que cuando usamos una tarjeta de crédito tendemos a gastar más dinero que si pagáramos en efectivo.

“Está bien, lo pagaré en la próxima quincena”. ¿Alguna vez has pensado algo así antes de realizar una compra? Utilizar una tarjeta de crédito facilita este tipo de pensamiento y esto puede llevarnos a realizar compras fuera de nuestros medios. Claro, es posible que puedas cubrirlo con tu próximo cheque, pero ¿y si ocurre una emergencia? ¿Aún podrás pagar la deuda por completo sin acumular intereses?

Recientemente estuve en una situación en la que debido a los costos de una emergencia personal no iba a poder pagar el balance de mi tarjeta de crédito y me iban a cobrar intereses por llevar mi saldo al mes siguiente. Afortunadamente, tenía un fondo de emergencia que podía usar para cubrir el saldo, sin embargo, no habría estado en esa situación si hubiera tenido más cuidado con la forma en que usé mi tarjeta de crédito y hubiera estado más atento al saldo de esta tarjeta.

4. ¡Invierte!

Invertir … otro concepto muy común que se menciona bastante cuando se habla de finanzas personales. Probablemente ya conozcas la importancia de invertir, pero resaltemos e ilustremos esta importancia comparando tres escenarios diferentes:

ESCENARIO 1:

Imagina que trabajas durante 40 años ganando un promedio de $5,000 al mes, e imagina que ahorras el 20% de esos ingresos sin invertirlo en nada.

Después de 40 años de arduo trabajo y ahorros, habrías ganado $480,000.

ESCENARIO 2:

Ahora imagina que trabajas y ganas la misma cantidad que en el escenario número uno. Sin embargo, esta vez decides ahorrar solo el 5% de tus ingresos, pero a diferencia del escenario uno, decides invertir ese 5% en inversiones que rinden alrededor de un 10% de rendimiento anual.

Después de 40 años de ahorrar e invertir únicamente el 5% de tus ingresos, habrías acumulado $1,398,651.

ESCENARIO 3:

Ahora considera este escenario final. Imagina que combinas los dos escenarios uno y dos. Trabajas durante 40 años ganando un promedio de $5,000 al mes y ahorras e inviertes el 20% de tus ingresos.

Después de 40 años de ahorrar e invertir el 20% de tus ingresos, ¡habrías acumulado $5,594,608!

Espero que estos ejemplos realmente ayuden a aclarar la importancia de invertir. Sin embargo, al igual que cuando utilizas cualquier otro instrumento financiero, siempre debes investigar y realizar la diligencia debida antes de hacer cualquier tipo de inversión.

5. Se disciplinado, pero se flexible

La regla final de esta lista se relaciona con tus hábitos de inversión y ahorro. Sí, para ser un inversionista exitoso debes ser disciplinado. Apégate a un hábito de inversiones y ten paciencia. Sin embargo, no seas extremista. Recuerda no tratar de ahorrar cada centavo que tengas (a menos que realmente te encuentres en una mala situación financiera). Vive tu vida, disfruta de algunos placeres, pero siempre ten en cuenta tus metas financieras.

Espero que esta lista sea útil en tu búsqueda de hábitos financieros saludables.

Como siempre, gracias por leer – AW